La LunA y el DragóN

Fantasía en "Allegro"

de Camilo Albornoz

El viejo titiritero llega con su enorme baúl y su teatrino, a un pueblito allá arriba en la montaña. Toda la gente sale a ver la función: la plaza está de fiesta. La luna baja del cielo para asistir a la representación y se enamora del viejo titiritero a quien invita a bailar. Como él no sabe volar y desde hace mucho tiempo está apasionado por ella, crea un enorme dragón emplumado que se convierte en el novio de luna lunera. Ahora los dos contarán historias juntos en los lejanos rincones del universo.
Entonces la Luna, cansada del cielo, bajó a la plaza con el viejo titiritero.
Corazón de hojata, ojo de vidrio, nariz de limón, traigo mi canto de plata, rodando en mi carretón.
Y con este enorme costal de máscaras, muñecos y versos, hoy haremos una gran fiesta.
La Luna y el Dragón es un poema visual y sonoro llevado a la escena.
Se combina la danza, los títeres, la música y el teatro, para lanzar al espectador al mundo del ensueño.
Es una obra para que los niños sonrían, canten, y sueñen, donde los adultos por su parte se reencuentran con el tiempo de las mejores travesuras y de los sueños que a lo mejor fueron realidad. Es un poema sobre las dos cosas por las que vale la pena vivir: amar y luchar por las utopías.
- Andale, Toño, aviéntale la pelota. -No. Que se vaya. Yo no quiero jugar con ella.
La familia Rosado de la Colina
Tinglado tin tan ton to ton ton ha llegado a la plaza el viejo titiritero.
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